La arcilla
 
 En el diccionario, una de las definiciones que encontramos de arcilla es: "sustancia mineral plástica compuesta principalmente de silicatos de aluminio hidratados".
 Las arcillas las podemos clasificar o agrupar desde varios  y distintos puntos de vista:
      -   por su hallazgo en su estado  natural.
      -   por su plasticidad.
      -   por su porosidad y color
      -    por su punto de fusión.
  
 
 Las distintas arcillas se formaron, primero a partir de la descomposición de las formaciones rocosas y, por la acción de distintos factores, presión tectónica, movimientos sísmicos, distintos tipos de erosión, etc., y segundo por la adquisición, durante el viaje hasta su lugar de sedimentación, de diferentes impurezas de origen mineral; por lo tanto, dependiendo de las características de la roca de origen, existen innumerables tipos de arcillas, cada una de las cuales posee unas propiedades particulares.
 El proceso de sedimentación dura millones de años. Los lechos de arcilla se encuentran, en casi todos los terrenos, a flor de tierra o a pocos metros de la superficie, aunque no todos son útiles para el ceramista.
 Entre sus componentes básicos debemos destacar las materias plásticas  como el caolín y la arcilla y, los  no plásticos o antiplásticos, como el cuarzo,  la arena o la pegmatita, que prestan un papel fundamental en el proceso de transformación de los materiales dentro del horno, actuando como fundentes.
 Todos los tipos de arcilla, en el tiempo de secado y de cocción, sufren un proceso de encogimiento, de reducción de tamaño. Esta disminución de tamaño es mayor, cuanto menor sea el contenido de materias no plásticas de la arcilla que estamos trabajando.
 Tipos de arcilla
 
 Atendiendo a su formación existen dos tipos o clases de arcilla:  primarias y secundarias.
 
 Las arcillas primarias las hallamos en  los lugares en los que se encuentran las rocas de las que proceden. Siendo sus  principales características las de ser: de color blanco o tirando al gris, poco  plásticas y muy puras por lo que no son muy útiles, en su estado primario, para  el ceramista. Sus principales yacimientos europeos se encuentran en Cornwall en  Inglaterra, Meissen en Alemania y Limoges en Francia y en EE.UU. los de Georgia,  Alabama y Carolina del Sur.
 
 Las arcillas secundarias son las que  se han formado a lo largo de los años separándose de las rocas de origen y sedimentándose,  en ocasiones a unas distancias considerables. Sus características principales  son: tienen colores muy diversos, según su composición, desde el rojo al negro,  pasando por el amarillo y el gris; en contra de las arcillas primarias, éstas,  resultan muy plásticas por lo que resultan fáciles de trabajar y es con la que  la mayoría de los ceramistas están identificados y familizrizados. Tambien se  les conoce con el nombre de margas.
 
 Por  la utilización de las distintas clases de arcillas las podemos dividir en dos  grupos:
 
 -Arcillas de alfarería.
 -Arcillas para loza
 (dentro de este grupo existen otras variedades que se denominan gres, refractarias  y porcelana).
 Para tener una idea de las calidades y cualidades obtenidas  por las distintas pastas, después de cocidas, diremos que:
 
  
 a) cuando tienen un color rojo o amarillento y su textura es porosa, recibe el  nombre de terracota  o de alfarería (1).
 b) cuando el color tiende al blanco y su textura es porosa  recibe el nombre de loza (2).
 c) cuando presenta un color entre el amarillento y el gris, habiéndose  vitrificado algunos elementos de su composición, presentando una textura poco  porosa, recibe el nombre de gres.
 d) cuando presenta un color blanco semitransparente, mostrando una textura  impermeable, recibe el nombre de porcelana (3).
  
  
 Arcilla para terracota.
 Los tipos de arcilla  utilizados en alfarería, llamados terracotas  (tierra cocida), tienen unas características comunes:
 
 - color rojo o amarillento.
 - textura porosa, debido a su alto componente  de hierro y otras   impurezas minerales.
 - pasta compuesta por grano  fino y de gran plasticidad.
 - cuecen a baja temperatura en temperaturas comprendidas  entre 950º y 1100º C.
 
 Cuando la extraemos, este tipo de arcilla,  del depósito o de los filones natural, presenta unos colores rojizos, tendiendo  al marrón, verdosos o grises debido a la mayor o menor la presencia del óxido  de hierro. Después de la primera cocción o (bizcochado) el color varia.
 
 Las arcillas más conocidas de este grupo son: 
 
 La arcilla roja  denominada así por su color, tanto cuando húmeda como una vez cocida, debido a  su alto contenido en hierro. 
 En la naturaleza nos encontramos con grandes  cantidades de este tipo de arcilla, la mayoría de las veces a flor de tierra,  aunque, en muchas ocasiones, en su estado natural, resulta una arcilla demasiado  plástica, y contiene muchas impurezas naturales y sedimentadas, por lo que hay  que someterla a un lavado y decantado en depósitos utilizados para este fin.
 
 Puede  darse el caso que, en el proceso de sedimentación, se hayan depositado muchas  calcitas o sales alcalinas solubles lo que la convertiría en una pasta inutilizable  para la cerámica.
 La arcilla azul, también pertenece a este grupo,  se denomina azul por su alto contenido en cal, aunque una vez cocida adquiera  un color amarillento.
  En su estado natural presenta un color azul grisáceo  y, sin lugar a dudas, resulta la pasta más plástica de todas. Tras la primera  cocción cambia su color por amarillento.
 La mayor parte de los alfareros rechazan  este tipo de pasta, aunque algunos utilizan una mezcla de las dos y, si en el  amasado no la mezclan demasiado, al cocerla, presenta unos colores interesantes,  aunque presenta el inconveniente de la rotura.
 Arcilla para loza.
 Para la composición de pastas cerámicas para loza  además de caolín  se emplean arcillas secundarias.
 
 Características comunes:
      - ser muy plásticas.
      - textura porosa .
      - el color oscila,  según su composición, entre un gris claro y un blanco o marfil.
      - su temperatura  de cocción se sitúa entre 1200º 1.300ºC, por lo que pertenece a las arcillas  que funden a altas temperaturas.
  
 
Alrededor del mundo, existen infinidad de tipos de esta arcilla,  aunque en pocos casos el material, tal y como se encuentra en la naturaleza, será  plenamente satisfactorio, por lo que será necesario tratarlas. 
 Para variar  el grado de fusión y plasticidad se le añade feldespato  y arcilla de bola.
 
 Para las pastas de loza  es necesaria la presencia de las cal. La loza  fina de pasta blanca, es la mezcla de una arcilla refractaria de silex calcinado  y de carbonato de cal, a los que se les añade potasa y sosa.
 Con las arcillas  se emplean feldespatos  y caolines, efectuando la cocción del bizcocho a una temperatura superior  a la de la cubierta o esmalte,  generalmente 1200º, 1300º. Una buena loza debe ser dura, sonora, blanca y porosa.  
 
 Por ser una arcilla compacta con una buena capacidad de fundirse y mostrando  una alta densidad al ser cocida y buena predisponibilidad para aplicar los esmaltes,  han hecho de estos tipos de arcilla  unas de las más apreciadas por los ceramistas.
 
 Existen algunas fórmulas para conseguir pasta de loza  disminuyendo su temperatura de cocción alrededor de 1100º, por ejemplo empleando  en la mezcla el 70 % de arcilla refractaria y el 30 % de sílice.
 
 La cubiertas para Loza debe poseer una principal característica, la  que sea una cubierta totalmente transparente y nítida, con un vidriado perfecto  que, se adapte y funda con los colores empleados en su decoración. Generalmente  están constituidas por una base fritada a la que se le añade caolín  y carbonato de plomo, aunque este último componente es tóxico, y en la actualidad  está en desuso.
 
 Cubierta de bórax:
 La cubierta de bórax está compuesta por: 10% de sílice, 20% de feldespato,  15% de caolín, 15% de creta y 40% de bórax.
 
 Desde el siglo XIII  hasta el siglo XV, la loza  dorada de origen islámico se convirtió en las cerámicas típicas de España. 
 En centro Europa, en los siglos XVI y XVII, tuvieron gran éxito los vidriados  de plomo sobre loza,  imitando jarras de metal y de cerveza. La loza tradicional inglesa estaba decorada  con barbotina  y vidriado de plomo,  al igual que la cerámica que utilizaban los campesinos europeos y que la introdujeron  en América.
 En Italia y Alemania, la cerámica de arcilla con esmalte estannífero se conoce como "mayólica":  de la isla de Mallorca, donde, hasta el siglo XIV, se producía en grandes cantidades.
Arcilla para Gres.
El gres es una cerámica de pasta compacta, opaca, coloreada, o blanca,  cuyos productos tienen un cuerpo duro, no poroso y sonoro. Cuece a altas temperaturas  (alrededor de 1.300°C).
 
 A este grupo pertenecen, la loza,  el gres, las pastas  refractarias  y las porcelanas.  En general todas aquellas a las que se les añaden materias no plásticas, como  por ejemplo la chamota,  la arena... y tienen como características comúnes:
- ser muy resistentes  a las altas temperaturas.
 - tener una textura poco porosa.
 - poseer  una plasticidad  muy variable, dependiendo de la composición de la arcilla original y
 - tener  un coeficiente de reduccion considerables en el proceso de secado y cocción.
 
La  fusión de este tipo de arcilla, llamada generalmente gres,  es debida a la circunstancia de que los componentes más ligereos de la arcilla  (feldespato y creta), al ser sometidos  a altas temperaturas, se funden y rodean a los componentes refractarios de punto de fusión más alto.
 Las arcillas de gres son refractarias o semirefractarias, aunque contienen suficiente fundente para  formar una pasta densa y bastante resistente, al cocerse a temperatiras relativamente  bajas (algunas a tan sólo 1100°C). Las arcillas de gres tienen la característica  se asemejan a las arcillas grasas en todos los aspectos excepto que, tras su cocción  no dan un producto blanco.
  
El  gres europeo se desarrolló en Alemania a finales del siglo XIV. Llevaba un barniz  a la sal (un álcali). Durante la cocción se echaba en el horno sal común y el  sodio de la sal formaba una capa vidriada sobre la superficie de la pieza. El  gres inglés no comenzó a fabricarse a gran escala hasta finales del siglo XVII.  Las mejores piezas en gres con barniz a la sal de color blanco de Staffordshire se realizaron entre 1720 y 1760.
También se produjeron en gres rojo y objetos en basalto, un gres negro sin  vitrificar, y jaspes hechos con un gres blanco coloreado por adición de óxidos  metálicos. Los jaspes solían estar decorados con retratos en relieve de color blanco o con escenas tomadas  de la Grecia clásica.
   
  
Arcilla para porcelana.
Al grupo de las llamadas arcillas para loza,  pertenecen todas las cerámicas a base de caolín, feldespato y cuarzo  que, tras la cocción, aparece un color blanco, un tacto sonoro y un aspecto vitrificado,  son las llamadas porcelanas. Su coeficiente de contracción es muy bajo  debido al grosor de las párticulas que forman este tipo de arcilla  y es muy poco resistente en seco.
 
 El Caolín, también conocido  como "arcilla de China", llamada así por sus orígenes cuyo yacimientos iniciales  se sitúan en de Kaoling, situados en la Provincia de Kiangsi (China). "kao-liang",  significa "cima alta..
 Son arcillas primarias  (aunque también existen caolín secundario) que se han formado por la meteorización  "in situ" del feldespato.  En comparación con las demás arcillas, resulta poco plástica, a consecuencia de  que, las partículas que la forman, son de gran tamaño. Es una arcilla poco plástica.  En su estado natural se encuentra mezclada con feldespato y cuarzo por lo que  tiene que someterse a procesos de purificación. Su composición química es muy  parecida a la de la caolinita.
 
 
Los  depósitos europeos más famosos son los de Cornwall, en Inglaterra, seguidos por  los de Zettlitz cerca de Karlsbad en Checoslovaquia, y los de Kemmlitz, Börtewitz  y Amberg en Alemania. En los Estados Unidos los depósitos principales de caolín  residual están situados en una banda que va desde Vermont a Georgia y hasta el  valle del Missisipi.
 
 Por ser un material muy refractario,  en la práctica, raramente se utiliza el caolín  por si sólo, siempre forma parte de alguna composición para pastas cerámicas.  Su punto de fusión esta por encima de los 1800º C. La mayoría de estos caolines  crudos se tratan poniéndolos al principio en suspensión mediante operaciones adecuadas  de mezclado, lavado, pulverización y dispersión. Después la purificación puede  proseguir en líneas semejantes a las utilizadas en Cornwall, con sedimentación  progresiva de las impurezas reforzada por una rueda de arena seguida por decantación  o por filtración en filtros, prensa y secado.
 
 La consideración de los  antiguos métodos de separación de las impurezas de la pasta de arcilla  en diversos canales y pozos demuestra que todos ellos, además de consumir excesivo  tiempo, espacio y mano de obra, desperdician bastante arcilla adherida a las impurezas  eliminadas. Métodos más recientes intentan vencer estos defectos.
  
 En realidad en Europa, hasta el S. XVIII, se conocía la porcelana a partir  de los viajes de Marco Polo y de la apertura de las rutas de las especias y la  seda. La porcelana  llegaba junto con estas otras mercancías, aunque por su peso y volumen, era más  costoso el transportar por lo que, resultaban ser unos productos con precios muy  altos y, por lo tanto no existía una gran demanda, por lo que los ceramistas y  alquimistas europeos de la época, trataron de descubrir los componentes de la  porcelana con el fin de fabricar en Europa los objetos de porcelana, lo que les  hubiese reportado unos pingües beneficios.
 En el S. XVII serían los holandeses  los que se dedicarían a importar desde las "Indias" la porcelana China. En Francia,  tratan de copiar esta cerámica y se fabrica lo que se dio en llamarse porcelana  de "pasta tierna".
 
  No sería hasta principios del Siglo XVIII, cuando el alquimista Johann Frederick  Böttger prisionero del rey Augusto II, rey de Polonia y Elector de Sajonia, que  tras largos años de investigación y trabajo descubrió la composición y el procedimiento  de cocción de la porcelana.
 Janet Gleeson en su libro "El arcano" nos relata  el descubrimiento de la porcelana en Europa.
 
 ¿Cuales eran los principales  obstáculos con que se encontraban ceramistas y alquimistas a la hora de fabricar  la tan codiciada porcelana? Nunca llegaron a imaginar que el verdadero secreto  de la porcelana estaba en la mezcla de dos componentes el Caolín  o arcilla de China con el feldespato, conocido con el nombre de Piedra de China  o Petuntse, en unas determinadas proporciones. Otro problema era el no conocer  la temperatura a la que debían cocer. Lógicamente si desconocían los componentes  también desconocían las temperaturas de fusión y comportamiento de los mismos.  Lo más cerca que estuvieron fue con el gres que se hacía en Alemania desde la  Edad Media. Su temperatura de cocción se sitúa entre 1.200 y 1.400 grados C para  vitrificar la arcilla. Pero también en este caso el material resultante, aunque  no era poroso, no era translúcido y carecía del refinamiento de la porcelana.  Tampoco en este caso podrían rivalizar con la finura y el brillo de la porcelana  autentica. 
 
 Existen otros productos que también se designan como porcelana,  a saber: 
 
 Porcelana blanda
 Se conoce como "porcelana blanda"  a un producto cerámico que es vidriado y blanco pero que cuece a una temperatura  mucho más baja que la porcelana o "porcelana dura", se trata de una masa que es  relativamente pobre en sustancia arcillosas y rica en contenido cuarzo y de feldespato.
  
 Porcelana bizcocho y de París
 Se designa con este nombre a la  porcelana muy rica en feldespato y que se emplea para moldear figuras, dando unos  colores blancos amarfilados semejante al mármol.
 
 Porcelana de hueso
  Desde que se conoció la porcelana en Europa, Inglaterra siempre trató de producir  una porcelana lo más pareceda a la que llegaba de oriente, así creó una porcelana  traslúcida y muy vidriada, siendo sus caracteriísticas principales:
- la temperatura de cocción del bizcochado es relativamente baja, 1200,1250º, aunque  mayor que la del barnizado.
 - sus componentes principales son caolín  y "Cornish Stone o en vez de este último material se emplea feldespato  y cuarzo.
 - tras su cocción da  un color blancuzco.
 - como fundente se emplea la ceniza de hueso que se obtiene  por calcinación eliminando los componentes orgánicos, que después de tamizado,  produce un polvo blanco que en realidad es un fosfato de cal, por lo que se puede  sustituir fácilmente por el mismo compuesto de origen mineral.
 
Porcelana  fritada
Con este nombre se designan a pastas que también se denominan  porcelanas pero su temperatura de cocción es muy baja entre 1100 y 1200º C., esto  se consigue sustituyendo parcial o totalmente el feldespato por materiales aún más fusibles, como por ejemplo agregando a la masa un barniz  fritado o barniz de tipo fayenza. 
Este tipo de porcelana es muy transparente  y tiene unas aplicaciones muy concretas, para la fabricación de botones y dentaduras  postizas.
La porcelana fría.
En la actualidad existen unos productos  que se han dado en llamar "porcelana fría", usados en cursos y talleres de en  manualidades, impartido y adecuado para niños de todas las edades y personas con  inquietudes artesanales. 
La porcelana fría, esta compuesta fundamentalmente  por cola de vinilo y fécula de maíz, mostrando un color blanco que puede colorearse  en el momento de su amasado o una vez seco. 
La porcelana fría es una masa  dócil, con una textura suave, muy plástica, que se deja modelar fácilmente y muy  limpia, idónea para los trabajos con escolares, gozando de la ventaja de que no  es tóxica. Para los docentes, este tipo de pasta es una alternativa a la plastilina  y a la misma arcilla. 
Una vez acabadas y secas las piezas, el aspecto es  similar a la porcelana, pero con la gran ventaja que no necesita cocción ya que  endurece en contacto con el aire, de ahí su nombre de "porcelana fría".
Arcilla de  bola o Ball Clay.
Las arcillas de  bola o de Ball Clay, son arcillas muy plásticas, de grano finísimo, que sufren  un encogimiento muy grande, hasta el 20%, en el proceso de secado.
 
 Es  el caso de la arcilla de bola o de "ball clay" que, por la razón anteriormente  mencionada, no es de gran utilidad, pero es extraordinaria para mezclar con otros  tipos de arcillas que carecen de plasticidad. Cuando tenemos unas arcillas excesivamente  plásticas, muy grasas, deben modificarse y para desengrasarlas añadiremos chamota.
  Cuando una arcilla es muy plástica decimos que es una arcilla grasa y, por el  contrario, si le falta plasticidad,  decimos que es poco grasa.
 
 Las arcillas denominadas ball-clays, o arcillas  caoliníferas plásticas y dispersables en agua, pueden ser grises o negras aunque  al cocer se transforman den blancas. Son los materiales más interesantes para  la fabricación de cerámica blanca de gran calidad.
 Las fire-clays o arcillas  refractarias  propiamente dichas, suelen tener óxidos de hierro, lo que hace que no cuezan blanco.
  Las flint-clays o arcillas caoliníferas duras, carentes de plasticidad  se utilizan fundamentalmente para la fabricación de refractarios silicoaluminosos.
  Por último las Tonsteins (Underclays), son muy similares a las flint-clays, extraidas  en niveles volcánicos. 
 La bentonita  se usa con este mismo fin, es decir aportar plasticidad  a otros tipos de pastas no grasas.
 
 Su nombre se deriva del método de  minería inglés consistente en cortar la arcilla en cubos o bolas. Se conocen tres  tipos importantes de depósitos ingleses de arcillas grasas en Dorset, Devon del  Norte y Devon del Sur. Yacimientos europeos notables son los de Sezanne en Francia,  los cercanos a Meissen en Alemania y los próximos a Wildstein en Checoslovaquia.  En los Estados Unidos existen en Florida, Tennesse, Kentucky, Alabama y Nueva  Jersey. Las arcillas grasas se utilizan en materiales blancos ( loza,  porcelana, etc.),  para hacer la pasta más plástica y moldeable.
 
Fuente:  todaCultura